Este es un posteo
de alguien que ahora vive en Madrid.
Ay Madrid. Madrid para mí siempre será mi puerta de entrada a mi añorada vida
en Dublín, y también será algo más, que palpitaba fuerte allá por 2004 y una
pizca del 2005. Así que Madrid me lleva a Bebe. Bebe me lleva a Siempre me quedará y, aunque súper triste, hubiera sido la canción de hoy si no
hubiese aparecido LA CANCIÓN PERFECTA PARA ESTE POST. POR FAVOR NO PUEDE SER
MÁS PERFECTA (y lean por qué es perfecta en el epi de YouTube):
PLAY | PLAY SPOTIFY (es una versión alguito distinta) | PLAYLIST ALMA
| Todo lo que deseaba – Bebe
Marina se mudó con su familia a Madrid.
Conocí a Marina gracias al poder de las redes sociales, cuando fundó con Germán (pareja en todo, por esos tiempos también de la siguiente
marca) Printagram.
Y el poder de la vida hizo que la conociera en persona bastante rápido, cuando
se coparon y vinieron a activar regalos
impresos de las fotos del primer #Instameet que organizamos con Mechi Lozada.
Amé
a Mari desde el primer byte: es amorosa, talentosa
con altas dosis de genialidad especial (como una especie de sello que hace que
reconozcas su labor de toque) y siempre se copa. Siempre. En posteos, en
acciones, en cumplir encargos (le he hecho bastantes para fechas especiales) y
ni hablar en enviar / hacer generosos regalos. Porque yo seré de cera, pero
ella es de oro (jijijiji sorry, chiste interno).
Un buen día, Mari, Germán y Pedro anunciaron que se iban a vivir a España. Y se fueron nomais. Y acá
es cuando Printagram se despidió con besos, abrazos y posteos sentidos (aunque
todavía teníamos que esperar dos semanas para ver brillar a @pensandoenjapones con
todas sus propias letras), dando lugar a una propuesta más grande que todo, porque detrás de todo está ella, Marina,
y su inmenso bagaje cultural, profesional, sensorial, sensible y especial.
Y acá es cuando
dejo que ella nos cuente todo…
Soy Marina.
Durante
casi 9 años fui el alma mater de Printagram hasta que el
año pasado me mudé a Madrid y decidí dar
rienda suelta a todo lo que sé hacer.
Y
digo TODO porque muchas veces escuchamos que es importante focalizarse en una
cosa. Ser concreto y específico para no confundir a la audiencia.
Sepan
disculpar. A mí eso no me cuadra :/
Con
el arte y la comunicación como hilo
conductor puse en marcha Pensando en
Japonés, un espacio donde volcar mis
intereses y servicios.
Un
espacio en homenaje a la niña que fui.
La creativa, la que pedía libros de Elsa Bornemann para sus
cumpleaños. La que estudiaba mitología
griega y hacía recetas “mirando a
cámara”. La que llenaba agendas con letras
decoradas y coleccionaba papelería
de My Melody.
Una
niña más adulta que estudió diseño gráfico y fotografía.
Que trabajó en importantes agencias,
pero que encontró su estilo gestionando
sus propias empresas. Una niña empresaria que descubrió que tiene talento para potenciar proyectos y
comunicar.
Una
niña aventurera, que sabe que el
mundo es demasiado grande para quedarse quieta mucho rato. Por eso viaja, cada vez que puede. Y escribe, porque sabe que del otro lado hay muchos que se transportan con sus palabras y sus imágenes.
¿Cómo
podría pedirle a esa niña que sea específica? ¿Que haga SOLO UNA de todas esas
cosas que la definen?
¡Por favor no
limitemos a esa nenaaaa, NECESITAMOS QUE SE EXPRESE CON TODAS LAS LETRAS, LAS
FOTOS Y LOS VIDEOS!
Pero
como no sería justo (ni comercialmente útil) que los deje librados al maremoto
de mis ideas, les voy a contar qué van a
encontrar en Pensando en Japonés.