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ALMA SINGER TAKE ME OUT

Estaba ahí

  • 19/10/18 -


Hoy musicaliza Silvi Bidabehere, una de las personas más leídas, informadas y generosas con sus saberes que conozco…


PLAY | Corochiré  (álbum completo) - Cecilia Pahl


Este es un post sobre la energía de las personas. Yo por lo general vibro a 220 casi todo el día, y soy fácil de exacerbar: puedo llegar a más, mucho más (para bien y para mal). Siempre fui muy consciente de eso, pero con el tiempo también descubrí que no me cuesta desacelerar si la persona o el motivo indicado se presentan y me atraviesan. Este tema energético lo siento en serio en todo el cuerpo, y ayer fue palpable lo bien que me hizo cambiar alto voltaje por un estado físico y mental de suma amabilidad. Ayer fue un día que no me voy a olvidar jamás…



Hace unas semanas recibí la invitación de Ceci (Violraviol) y Jose (Artefactos) para pasar una linda mañana con ellas en su Tienda de Estación. Una cita sin agenda, algo para comer y algo para celebrar: el tiempo que nos damos para encontrarnos. Yo fui con Jazmín, una Jazmín a quien descubrí ya no tan bebé. Parece que sus días de chupar cosas están contados :D


Yo venía un poquito cargada de mala energía urbana gracias a los 20 minutos que me había dedicado en encontrar dónde estacionar (sin suerte) + una serie de desprolijidades del señor que tomó el auto en el parking. Pero Tienda de Estación tiene un escudo protector nivel Jedi Master, así que fue abrir la puerta y sentir el abrazo tranquilizador. Fue instantáneo. El espacio, que amo por lo que contiene y por quienes lo habitan, parece un living al atardecer, donde los amigos se encuentran y se regalan el tiempo para profundizar vínculos.


La mesa estaba puesta como para sacarle mil fotos, una belleza sin igual. Cada textil, cada cuenco, cada ofrenda al amigo que llega era digno de admirar. Inclusive había un queso de cabra intervenido por frutos y miel que casi me convence de gustarme. Casi. En medio de ese festín reinado por pan casero cortado a mano, colgué cinco minutos mirando la llama de una vela encendida, como si ahí estuviera la fuente de toda serenidad. Y eso fue solo el comienzo, amigos…


Estaban presentes Silvi Bidabehere (periodista de excelente cepa, productora de interiores y personaje adorable), Agustina Rabaini (periodista y escritora exquisita), Amelia (arquitecta y autora de Mañanas en Balbec, una delicia para los que amamos los libros), nuestras anfitrionas Jose Ferrer (artista de la cerámica y gran domadora de Dindinas) y Ceci Sonzini (diseñadora, amiga y sinónimo de buen gusto: la RAE debería agregarla YA), y “Del bosque florido: una vida en recetas”, el segundo libro de Agus, recientemente publicado por Periplo. Sí. Un libro fue el sexto invitado. Fue todo un honor conocerlo. Fue escrito por Agus, con recetas de su mamá Silvia Morizono, ilustrado por Flor Kaneshiro, diseñado por Andrés Sobrino, corregido por María de los Ángeles Roberto y editado + dirigido por Eloise Alemany. El prólogo fue escrito por Silvina Reusmann, es una entrada deliciosa. En síntesis, un dream team editorial.


Retomemos: yo venía al palo, entré, me serené, me olvidé que tenía una hija porque Jose la tuvo en brazos por tiempo digno de heroínas, comí bocconcini facilitados por palitos de árbol (posta), y me dediqué a escuchar. Agus tiene la voz más dulce y suave del planeta (me recuerda a la tuya, Noe), y una forma maravillosa de mirar y aceptar la vida, así como de transformarla en prosa. Ahí me di cuenta que todas las presentes, menos Silvi y yo, hablan en la misma frecuencia. Tienen una calma para expresarse que es admirable. Era imposible no entrar en una especie de mantra tranquilizador, ¡y lo mejor de todas es el contenido de sus palabras!


Estaba ahí, escuchando a Agus sobre el origen de su libro y su trasfondo histórico, sobre su familia y el rol que tuvo (y tiene) cada uno en condimentar sus páginas. Estaba ahí, escuchando a Silvi sobre su viaje a Misiones y la riqueza cultural que cosechó en su estadía. Estaba ahí, escuchando como Jose defendía a muerte a la vaporera que la ayudó a hacernos un banquete nipón que obvio salió del libro “Del bosque florido”. Estaba ahí, escuchando a todas, nutriéndome de sus historias, hallazgos y experiencias. Estaba ahí: qué suerte la mía.

Esa mañana que se hizo mediodía fue un recordatorio de lo bien que hace regalarnos tiempo para nosotros, tiempo para escuchar a los demás, tiempo para ESTAR presentes, sin celulares y casi que sin cámara (raro que yo saque tan pocas fotos). Esa mañana me fui esperanzada, enriquecida y con un libro bajo el brazo. Hacía mucho que no me compraba un libro yo, no saben la alegría que me dio. Anoche lo empecé y luché contra mis párpados recontra cansados hasta donde pude. Cada palabra de Agus valió la pulseada contra el sueño. Fue una buena noche, y aunque no los recuerdo, sé que tuve dulces sueños.


Gracias a todas por tanta paz. Y belleza.

Les deseo a todos muchos encuentros así. ¡Feliz fin de semana, feliz vida!


PD: Pasen por las Historias Destacadas de Silvi (click acá) para ver videos del Desayuno Mágico en Tienda de Estación. Son imperdibles :)

Tienda de Estación
D: El Salvador 5894, esquina Ravignani, Palermo.
T: 4778-3136

Artefactos

Violraviol

Fotos por Vero Mariani.


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