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Hold Back The River – James Bay
Lo único que extrañé
(y extrañé muchísimo) cuando tuve el mes de reposo fue el contacto con
mis seres queridos. Por eso, cuando se abrieron las compuertas del alta, era
imposible no sentir una intensa alegría, esa misma alegría que debe sentir un
chico cuando le dicen “vamos mi amor, vamos a la juguetería más grande del
mundo… y elegite todo lo que quieras”. Bueno, con esa alegría cristalina, me
encontré frente a mi primera salida social en muuuuuuuuuucho tiempo junto a mi
querida amiga Lauri y compañera de emociones laborales. Fue un jueves de
lluvia. Fue un almuerzo en un lugar que le rinde culto a la cocina de barrio…
Íbamos camino a un recomendado de Chacarita pero el destino quiso que doblara por Virrey Arredondo y nos encontráramos con esta llamativa esquina de Colegiales, El Cocilón del Clú. Mr. P y yo ya habíamos cenado muy bien ahí una vez, y nunca más volví. La tenue lluvia del mediodía nos convenció enseguida para parar ahí y no en otro barrio. Fue entrar y realmente sentirse parte de un buen secreto de vecindario, amable con los forasteros.
El Cocilón del Clú
es así como lo ven, puesto con muebles que podría haber tenido una tía en su
casa, con manteles vestidos con hule y crisantemos frescos. También tiene
guirnaldas de luces pequeñas, pizarras escritas con dedicación y detalles de
decoración y botánica bien caseros. En síntesis, es un lugar donde te sentís
bienvenido, y por si te quedaban dudas, la panera también incluye una tablita
de picada de metal (de esas de los bares de antes), con papas fritas de paquete
y algunos dips para calmar a las fieras. No hay foto. Las fieras estaban tremendas.
La camarera, una
chica relajada de atención amable, nos recitó los especiales del mediodía y ni
lo dudamos (¡ni vimos la carta!). Lau se pidió la bondiola braseada con ensalada
y yo el risotto de pollo…
¿Viste lo bien que
cocina tu tía? Bueno, lo mismo. Muy muy muy muy rico y recién hecho con ese
toque de mano que se mueve con una receta heredada. El Cocilón del Clú se merece
su mote de cocina de barrio, e insisto: todos los habitantes de los otros
barrios del mundo son muy bienvenidos.
Como el lugar invita
a la sobremesa (y el menú del mediodía también), optamos por un café cada una,
y dejamos a los postres para otra ocasión (duraznos en almíbar y queso + dulce,
¿qué otra cosa podíamos esperar?). Y la charla continuó, cubriendo todas las
áreas vitales de dos amigas que no se veían hace mucho mucho tiempo.
Para cuando nos
quisimos dar cuenta, ya habían pasado casi dos horas. Dos horas un jueves, ¡un
jueves! Ayyyy el tupé de colgar las responsabilidades y regalarle dos horas a
los vínculos y al placer de los cinco sentidos. Qué bueno que El Cocilón del
Clú es esa tía copada que no te va a buchonear a tus viejos. Al contrario. Te
despide con una sonrisa y con una nueva invitación ya en puerta. La cocina de
barrio siempre está abierta…
El
Cocilón del Clú
D: Conesa 1299,
Colegiales.
T: 4553-2484
H: Lunes a miércoles
de 8 a 19:30hs. Jueves a sábados de 8 a 1hs. Domingos de 10 a 17hs.
Que rico se ve todo! Y el ambiente parece super calido. Gracias por el dato!
ResponderEliminaramo AMO AMO amo
ResponderEliminary voy MUCHO al cocilón!!!
todo lo que sale de la parrilla es riquísimo! las pastas son excelentes!! y de postre, después de probar varios, me quedé con el turrón de avena <3
awww
suspiré (y me agarró hambre)
abrazo!
me alegra que te sirva el dato gaby :) que lo disfrutes!
ResponderEliminary chuliiiii qué genia! gracias por colaborar con tus recomendaciones, ¡me diste hambre a mí también jajajaja!
besos a las dos y feliz viernes!