Nunca llegué tan tarde para postear los resultados de un sorteo y nunca voy a llegar tan tarde al laburo. Ay, la Monica Geller que tengo adentro (80% de mi ser) me está matando pero bueno, no puedo contra mi genio ni sus expectativas así que acá va el sorteo fotonoveleado porque Tutina no llegó tarde al laburo y está en eso. Trabajando.
El trío los panchos encargados de supervisar el sorteo.
Un asesor externo (extranjero, ¿vieron?) que hice traer especialmente para que aporte grandes sumas de fortuna a los pobres infelices que se anotan siempre y nunca ganan…
La lista con los 50 participantes tomando sol en la plaza.
El Buda buena onda esparciendo bendiciones a los papelitos.
La corneta, of course.
Epa… la corneta hace ruido. Molesto y fuerte. ¡A darle a la calesita!
¡Toma bloody bastard!
Pagarás…
… por esto…
… Bette Middler!!!!
Sí, sí, sí… todo bien con el gordinflón pero esta es mi arena, ¡y mi momento!
Secuencia selección primer ganador (un juego divino de dos tazas y una bandeja).
¡¡¡MUCHAS FELICITACIONES MARU CHAPPA!!!
Secuencia selección segundo ganador (un almohadón muy canchero).
Muchas felicitaciones a las dos ganadoras, ya son las felices dueñas de nuevas cosillas que van a sumar mucho color, calidez y gratos momentos a su vida cotidiana (¡y van con la mejor onda porque mis tíos son lo más!). Ya les escribo para coordinar la entrega… si igual ya es re tarde, ¿qué me hace media horita más?
¡Muchas gracias Susi y Tato por prenderse con objetos tan lindos en los sorteos del blog y a todos por participar!
Este fin de semana pintó playa con mis mejores amigos. Vuelvo el domingo bien tarde (léase: el resultado del sorteo, esta vez, se postea el lunes). See you later alligator y que tengan un fin de semana espectacular!
El miércoles a la noche me acosté a las 4 de la mañana (no hubo joda, hubo Alma) y el jueves me desperté a las 7.30. Imagínense las ojeras. Negras. Tamaño yate. ¿Dónde me meto esas ojeras, si en media hora tengo a Diego en casa para sacar la foto de mi sillón (con el pequeño detalle de incluir a mi persona) para su proyecto 365? Otra que beauty sleep…
Decidí que no me importan las ojeras cuando fui a la panadería a comprar facturas. Venga,no soy modelo: puedo comer grasas saturadas y dulce de leche. Qué reconfortante. Y de yapa, me traje dos pinchos de cabezas de Mickey Mouse hechas con marshmallows. Coloridamente bizarro (Mickey, I have your head on a stick!).
Volví a casa, puse la mesa del desayuno y me colgué mirando mi living, a punto de ser intervenido por un fotógrafo de verdad. De verdad. De esos que sacan fotos desde los seis años. De esos que cuando se van en viaje de egresados de 7° a La Falda traen tres rollos de paisajes y uno de sus amigos. De esos que a los 16 ya tienen una reflex y sacan, sacan, sacan, estudian, sacan, sacan, estudian, sacan, sacan, y sacan más fotos. También es de esos pequeños-genios que se ganó su lugar para terminar la secundaria en una escuela de Inglaterra, establecimiento con estudio de fotografía incluido para que los chicos exploten a full esa veta artística. Y es de esos fotógrafos que saben perfectamente con quién estudiar para potenciar una sensibilidad y estilo en particular (estudia con Diego Ortiz Mugica -quien a su vez estudió con John Sexton).
Pero para mí es Diegou, mi primo postizo, mi amigo de la infancia. Un amigo que viene a desayunar a casa y sacar algunas fotos… ¿no?
¿Puedo hacer una suposición tan estúpida después de ver estas fotos?
En fin, Diegou no vino a casa con una pocket a capturar autofotos. Vino con una cámara poderosa, un trípode, otros instrumentos y hasta vestuario propio. Vino con un concepto de la foto y de la persona/personaje a retratar. De repente estaba en mi living con Chas Tenenbaum meets Richie Tenenbaum. Un Royal Photographer que se toma tan en serio su proyecto 365 que lo hace divertido, dedicado, algo improvisado y muy rápido. “Vero, en diez minutos quiero terminar las fotos”. Diez. Y yo con estas ojeras. Qué bueno que sabe (y adora) usar el Photoshop.
Preparó el escenario y sacó fotos para el backstage (yo me colgué y recién saqué fotos del backstage post shooting). La tiene clarísima: ve lo que hay en la casa, toma lo que le sirve y lo ubica donde tenga que estar para ambientar la toma. Piensa en colores, ángulos y luz. Es claro para expresar qué quiere y lo que tenés que hacer vos, e inspira un respeto que intuyo será el mismo que inspira Annie Leibovitz cuando se embarca en sus megaproducciones para Vanity Fair.
Yo estaba dura como una estatua. Insistí un par de veces en taparme la cara con mi almohadón de Marvin pero el muy turro terminó posando sentadito sobre los otros almohadones del sillón y yo expuesta como venado encandilado en la ruta. Horror. Si no hubiera estado tan conciente de mi postura y cara de naipe, me hubiera relajado más (la próxima, si hay próxima, voy a recurrir a alucinógenos y que sea lo que Jim Morrison quiera). He aquí la foto finalmente elegida y subida a su Flickr, Facebook y Blog del proyecto:
El 365 de Diego Frangi es un ambicioso proyecto pensado, producido y divertido que, un poco de casualidad, terminó tomando el rumbo de fotos en sillones con el anfitrión de este paseo diario visual. Yo tengo una escasa lista de blogs que chequeo diariamente: el de Diegou es el primero. Y no porque sea mi amigo ni primo postizo: porque el pibe sabe (y ama) lo que hace. Muy pronto llegará el día en Jann Wenner lo convoque para hacer sus tapas y David Lachapelle le pida un autógrafo. Yo lo se.
Camino a la fama
Yo tuve la suerte de formar parte de este proyecto pero VOS, sí VOS, también podes ser parte. ¿Tenés ganas de sumarte y que Diego te retrate en tu sillón? Escribile ya mismo a dfrangi@hotmail.com. Es una oportunidad para pasar a la eternidad y ver de cerca como labura un pibe que sabe bien lo que está haciendo…
¡Muchas gracias Diegouuuuuuuuu por incluirme en este alucinante proyecto, por lo que escribiste en tu flickr y por la buena onda de siempre!!!! ¡¡¡SOS GROSO!!!