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| PLAYLIST ALMA | Houdini – Dua Lipa
¡A Dindu
le copa Dua Lipa! :D
¡Muy
feliz viernes!
Gracias a este posteo de Cuentos Feroces, el año
pasado me enteré de la apertura del Museo de la Imaginación y el Juego (MIJU), un espacio lúdico diseñado por equipo de la Ciudad de Buenos Aires para
chicos y chicas de 0 a 12 años. Cobra vida en la antigua Cervecería Munich (el edificio y sus jardines son
fascinantes), situada en Av. De Los
Italianos 851, Puerto Madero, CABA. Como vino de la mano de Cuentos Feroces,
propuesta de cuentos tradicionales versionados con mirada actual que en casa amamos (tiene que ver a Dindu
dibujando en su escritorio, escuchando sus episodios…), ¡fue palabra santa! La semana final de las vacaciones de verano
de Dindu, nos regaló la oportunidad de ir a conocerlo…
El
MIJU tiene como objetivo proporcionar entornos
lúdicos y de despliegue motriz que
inspiran a niños y niñas al disfrute, al
desarrollo de la imaginación y la motricidad. Es un espacio pensado de
manera interdisciplinaria, con la
propuesta de que las experiencias enriquezcan el desarrollo de la creatividad
y el conocimiento del mundo que los y las rodea.
MIJU está pensado para peques de 0 a 12 años y requiere
que se reserve turno y se pague
entrada para ir (actualmente cuesta $2000 por niño – febrero 2024 – que me
parece una suma más que lógica, ¡lo mismo que pagué por un pan de campo grande
ayer!). Los adultos somos acompañantes,
no pagamos entrada, y sí o sí tiene que haber un adulto por bebé o niño.
Los turnos duran una hora, que se
fracciona en tiempo libre de juego en la
sala que corresponda a la edad del peque (de 0 a 3 años, de 4 a 7 años, y de 8 a 12 años), y en la segunda instancia, que es pasar a la sala inmersiva de 360° para ver los
tres Cuentos Feroces ilustrados por Cristian Turdera, Lu Paul, y Laura Aguerrebehere. Al
terminar, se sale por una puerta que te lleva directo al Patio de Juegos al aire libre, una zona espectacular de juegos MUY
GENIALES, también diseñados para cada rango etario del público protagonista del
museo. El jardín es hermosísimo y acá no corre el reloj, nos podemos quedar el
tiempo que queramos y más: si van directo al jardín no tienen que pagar
entrada. O eso me pareció a mí.
Cuando definí
sacar entradas, a finales de enero, no había disponibilidad; así que me puse
una alarma en el mail para entrar el 1ero de febrero bien temprano, a ver si
tenía suerte. Y sí :) No sé si abren la
agenda el primer día de cada mes o antes, pero a mí me sirvió, así que se los
recomiendo :) Tienen que sacar entrada por cada peque que llevan (recuerden
que haya un adulto por cada uno…), en día y horario disponibles dentro de la
grilla de apertura: miércoles a viernes
de 10 a 18hs, sábados, domingos y feriados de 10 a 19hs, lunes y martes
cerrados.
¡Llegó el gran día!
Fuimos en auto, y pudimos estacionar sobre la Av. De Los Italianos (estaba bastante a tope, pero no dimos muchas vueltas… ¿habrá sido suerte o siempre se encontrará un huequito para el auto?). Si van con otro medio de transporte, chequeen cómo llegar con Google Maps que siempre ayuda :)
Con entrada online
en mano (sin imprimir, no hace falta che), entramos 10 minutos antes de su turno
a una sala especial de espera, que
ya nos recibe con la estética divina lúdica del Museo y juegos interactivos en las paredes (nada como correr paneles para
encontrar preguntas que disparen ideas y charlas en familia, wiiii).
Me encanta como el viejo edificio esté puesto en
valor e intervenido con respeto y criterio: ¡acá se celebran las infancias
donde sea que mires! :)
Cuando llegó la
hora de ingresar a la sala de 4 a 7 años, nos solicitaron sentarnos en una
suerte de gradas copadas, donde los padres podemos quedarnos sentados si
nuestros peques no necesitan acompañamiento full time. Ahí se da la bienvenida, la indica las reglas del espacio para poder
jugar con seguridad (zapas puestas siempre, adultos atentos, adultos no
arriba en la red, etc.), y nos hubieran contado la historia del edificio de MIJU + otras yerbas, de no ser por el paro activo que están llevando adelante
los trabajadores del museo. El muchacho (trabajando en sala de 4 a 7 años el jueves
15 de febrero a las 15:15hs) informó que muchos empleados están cobrando menos
de la mínima, que a mediados de febrero nadie había cobrado enero, que hay
muchos sin contrato ni certeza de tener trabajo pasado marzo, y no se están atendiendo
temas edilicios, como arreglar aires acondicionados en las salas de juego. Paso
esta información sin tener certeza que sea cierta (Googleé y no encontré
nada que afiance esta información) porque me hace ruido no contarlo. Me hace
más ruido no contarlo que decir algo que por ahí no es cierto. Sólo deseo que
todas las personas que trabajan
honestamente tengan salarios dignos y los cobren a tiempo.
Si quieren la info histórica del edificio, lean acá.
Sigamos.
La sala de 4 a 7 años
es espectacular y Dindu la disfrutó muchísimo…
Además de toboganes, piso inflable, red para
hacer piruetas, y más, hay juegos de
pared, diseñados para que ellos inventen, exploren, “ilustren” con objetos,
etc. Me pareció muy genial eso. Lo único no positivo (jajaja me re cuesta ser
crítica) que puedo decir de esta sala es que la acústica es de terror: amamos a los niños felices y en éxtasis,
pero los gritos se sienten hasta la médula. Es raro que me duela la cabeza pero
de ahí salí aturdida. Eso. Vayan con tapones, ji. Y atención los que son
sensibles a los ruidos, grandes y/o chicos.
En este link pueden entrar a cada sala para leer más sobre cada una, y Ale de Buenos Aires para Chicos hizo
un súper post con fotos, porrrr supuesto. Ale is The Boss :)
Luego pasamos a la sala inmersiva 360° de Cuentos Feroces que
les comenté antes (acá pueden leer más sobre esta propuesta divina). Vimos el primer cuento Los Tren Chan, y como no sabíamos hasta levantarnos y salir que iban a pasar
dos cuentos más, nos volvimos a sentar rapidito para tener espalda apoyada en
pared (proyectada) otra vez :D ¡Son tres
cuentos! No se levanten ;) Siguió La Pefita Fea, y el tercero Por Siempre Sapo
(o al revés, no me acuerdo bien…). HERMOSO. Hermosa experiencia (y con teatro tachado, ya con
esta nos declaramos fans todo terreno de Cuentos Feroces).
La
visita MIJU termina para todos en el Patio de Juegos al Aire Libre…
Amé amé amé el diseño de este espacio, que está dividido en dos áreas (de 0 a 3 años y de 4 a 12 años). Dindurrias corrió feliz por todos lados (de hecho, la perdimos de vistaaaaaa, ansiedattttt)…
Me encantó ver que TODO es un juego, todo es una
excusa para divertirse, que exploren y que puedan compartir con otros
extasiados retoños un espacio tan encantador, bien pensado, diseñado y
ejecutado.
¡Felicitaciones
MUJI, sos un lugar divino y muy recomendable!
Deseo
de todo corazón que este espacio, y todos los que están brindados a la cultura
y a las familias que dependan de todos los gobiernos de todo el país, sigan
adelante, abiertos, justos y bien hechos.
https://buenosaires.gob.ar/cultura/museos/museo-de-la-imaginacion-y-el-juego
https://www.instagram.com/miju.ba/
Para comprar las entradas: https://linktr.ee/miju.ba
Para escuelas: infomiju@buenosaires.gob.ar
D: Av. De Los Italianos 851, Puerto Madero, CABA
H: Miércoles a viernes de 10 a 18hs. Sábados, domingos y feriados de 10 a 19hs. Lunes y martes cerrados.
Antes de emprender
la vuelta a Belgrano, a hacer las últimas compras antes del comienzo del cole,
hicimos un pit stop que les sugiero hacer a ustedes también :D
Fuimos
a comprar la merienda a JISU
:D
¿Se
acuerdan cuando fui con Verito Farías a comienzos de 2022? Bueno: sigue en Mariquita
Sánchez de Thompson 367, Puerto Madero, CABA, y sigue igual de genial, cool
y nipón, ¡te hace sentir de viajeeeeeeeeee! ¡Hermoso eso! En mi presupuesto
actual me costó un Perú (como todos los cafés de especialidad, vamos, no importa
el barrio) pero valió cada peso :)
Riquísimo
todo :)
Como
broche de vacaciones de verano 2024, a este día le doy un mil millones. A quien
le toque, deseo que ustedes estén cerrando muy bien sus vacaciones de verano
también; y a los que no les toca, ¡que su final de febrero sea tan genial
también! :D
¡Muy
feliz fin de semana a todos!
Fotos por Vero Mariani.
Qué lindooo
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