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Apertura: Vero Mariani.

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ALMA SINGER TAKE ME OUT

Un almuerzo en París

  • 25/8/15 -

PLAY | Little French Song - Carla Bruni


Entre la ronda por Cafira y ver pintar en vivo a Gaby Boccardo en Presentes, Luli, Pepita y yo necesitamos un lugar donde sentarnos a descansar, seguir charlando y comer cosas ricas. Lo que nunca se nos ocurrió es que el break iba a ser en París…




Dejamos el auto en un estacionamiento (classic Palermo Botánico) y enfilamos para un lugar que nunca llegó a ser porque nos topamos con la encantadora esquina de Coco Café. No hay foto. Imagínense grandes ventanales, marcos entre turquesa y verde pastel, vidrios intervenidos por un lindo logo y la invitación a placeres caseros, placeres horneados. Mais oui. Entramos. Y fue París…





Piso damero blanco y negro, mesas blancas, sillas de madera, luminarias dignas de la ciudad de la luz y un exhibidor de película francesa. Sí. Me sentí en París. Suspiro. Elegimos una mesa del fondo junto a la ventana y enseguida nos recibieron con la carta y la panera más espectacular que vi en muuuuucho tiempo. Mucho de verdad. Había como cuatro tipo de panificados, todos tentadores y muy bien maridados con un dip de queso con onda que calmó las fieras. Si voy a ir al infierno calórico, que sea por una panera. 



A mí me costó mucho elegir el plato. Quería tres. Al mismo tiempo. Pero no íbamos a echar por la borda todo lo que #neumo me hizo bajar, así que me serené, y entre charlas y risas, me decidí por un sándwich de pollo con guacamole en pan lactal con una ensalada (amé que puedas elegir el tipo de pan y el acompañamiento). Luli optó por lo mismo pero con pan de focaccia y papas fritas, y Pepita eligió una tarta con verdes. Con nuestros platos en camino y tres limonadas frozen muy buenas en la mesa, nos fuimos por la tangente. ¡Hacía muuuuucho que no nos veíamos las tres!



Antes de darnos cuenta, la comida llegó con alegría y toda la gloria. Eran porciones súper generosas y los sabores estaban muy bien logrados. 





Nadie habló por por lo menos cinco minutos. Y eso, en términos minitah, es UN MONTÓN. Y en esos milagrosos momentos de silencio pensaba qué rápida atención tienen en Coco Café, servicial y rápida. Ideal para un almuerzo de semana, domado por el reloj de las obligaciones.


Luli no terminó su sándwich y se lo dieron para llevar. Bien ahí. ¡Después se lo olvidó en mi auto! A la noche le rendí sus honores, y seguía tan rico y fresco como al mediodía :p

Volvamos. Cuando terminamos, tuve la sensación de querer pedir un postre pero sabía que era demasiado. El sándwich fue más que suficiente, fue una oda al sabor rico bienvenido después de tanto tiempo. De salida, una majestuosa Torta Rogel me devolvió a Argentina y les juro que me guiñó el ojo. Lo tomé como una nueva invitación a Coco Café, algún día cercano, a la hora del té.



À bientôt Coco, j'espère


Coco Café
D1: Cabello 3794, Palermo.
T1: 4843-7491.
D2: Demaria 4615, Palermo.
T2: 4772-7890.
H: Lunes a domingos de 8 a 00hs.






6 comentarios

  1. Las tortas de coco, por dios, no hay dieta que resista.
    beso gigante verito!

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  2. Los sandwiches parecen deliciosos! Tus fotos son lo más!!!!

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  3. Qué pinta !!
    Yo no hubiese podido salir de ahí sin probar la torta....mmmm...se me hace agua la boca!!

    Un beso.

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  4. Me tentó el lugar, me tentó la comida....y me tentó ese anillo hermoso!!
    Besos Vero!

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  5. Que tentador !! Para ir prontito a deleitarse !! Hermoso post Vero !!

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  6. :D gracias por tentaese conmigo chicas!!! jajaja! besos a todas!!

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