Alma Singer I | Gracias Reyes Magos

Antes de postear los aportes del jueves hago un breve paréntesis para destacar los tres Reyes Magos de mi mudanza (el olor a mimbre de los canastos me inspiran o me ponen más boluda, no lo descifré todavía).

1) Tengo un talento nato para encomendarle a Dios el bienestar de mis cosas frágiles, envolverlas con destreza en papel de diario y situarlas en el canasto como si fuera el Tetris, ¡todo encastra perfectamente! Y yo que pensé que era malísima en los deportes…

2) De amar a Telecentro por su maravilloso combo teléfono-internet- cable que jamás falló en casi dos años, pasé a odiar sus LITERALMENTE 20 MINUTOS de espera al teléfono que me tocó vivir al menos tres veces por día desde la semana pasada (posta, llamen al 6380-9500 y escuchen la música: de pedo no entré en trance). Pero todos sabemos que del odio al amor hay un solo paso y el retorno al affaire se dio cuando finalmente me dieron fecha de cambio de domicilio: ¡un día después de mi mudanza! ¡Alabado sea el Señor!

3) Descubrí que existe un Disney para los mayores de 15 años: ¡Easy! Y va con temita, gentileza ¿Cuál es? circa comienzos del 2000. Posta, dame un changuito, tiempo para pasear por las góndolas y te devuelvo dos apliques de luz, seis bombitas de bajo consumo, accesorios para el baño, “cesto” para la ropa sucia (un balde con alta onda), tacho de basura, y hasta una idea para resolver mis espacios de guardado del baño que involucran dos recipientes cancheros, 4 metros de soga y 4 tornillos de círculo cerrado con sus respectivos TARUGOS (epaaaaaaaaaaaaaaa, ¡¡¡¡¡¡¡se lo que es un tarugo!!!!!). Será una misión más para el groso de mi viejo y su taladro.

Y esto lo quiero mencionar especialmente porque hay que aplaudir este tipo de actitudes. Me topé con seis vasos muy lindos de uso cotidiano a $12.95 (¡nah-te-la-podés-creer!). Cómo eran tan lindos, me olvidé de la desmesurada cifra que había gastado hacía un segundo en el Easy de arriba, agarré dos cajas y me fui contenta a la caja a pagar. Cuando el cajero me batió un $37 con algo brotó de mí un ¡¿QUÉ!? sorprendido, y le pregunté si el precio no era $12.95… “No, me figura $18 y algo. ¿Quiere ir a ver el precio?”. Obvio, eran demasiado lindos.

Resulta que en una mesa justo frente a la puerta estaban anunciados a $18 y pico, y el chico que me atendió puso cara de sorna (creo que hasta escuché un chasquido). El chasquido se lo devolví cuando le dije, “ok, pero yo no los tomé de acá, los vi en otra góndola…”. Fuimos hasta ahí y… ¡AJA! El cartel de precio decía claramente $12.95. ¿Qué hizo Easy? Me cobró $12.95 por caja… ¡LA LA LA LA LA LA LAAAAAA! Es un detalle no más, pero Easy logró que vuelva para siempre, ¡oh sí! ¡Traten bien a sus clientes people!

Eso. Me zarpé. Las mudanzas me movilizan jijijij Ahí van los aportes del jueves…